¿Llamadas de cobranza equivocadas?

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Llamadas de cobranza equivocadas
¿Recibes llamadas de cobranza equivocadas? Descubre qué hacer con ellas.

Con la globalización, la comunicación se ha visto favorecida en muchísimos aspectos. En la actualidad, casi no importa en qué lugar del mundo nos encontremos, tenemos la posibilidad de recibir llamadas telefónicas, mensajes de WhatsApp y estar conectados… ¡hiperconectados! Gracias a esto, el trabajo de los despachos de cobranza -y de muchos otros- obtienen beneficios. Ahora, comunicarse con los deudores suele ser más sencillo. Sin embargo, también se vuelve más simple que caigan en llamadas de cobranza equivocadas, o que personas o instituciones no reguladas intenten comunicarse y realizar estafas. Por eso, es importante mantenerse atentos y siempre manejarnos con prevención cuando recibimos llamados solicitando cobranzas.

¿Qué hago si recibo una llamada de cobranza equivocada?

Imagina que estás descansando un sábado después de una larga semana de trabajo y de repente suena una llamada a tu celular, ves la hora y apenas pasan de las 7am. Preocupado, te levantas rápidamente a contestar. Las llamadas en esos horarios suelen prender todas las alertas. Sin embargo, una vez que contestas, te das cuenta de que es un cobrador que, de manera amenazante, te pide que pagues tu deuda con la institución bancaria. Al mencionarte la Institución, descubres que tu no manejas ningún producto con ellos por lo que, ya molesto, solo decides colgar.

Pronto te das cuenta de que eso no detuvo el problema, ya que las llamadas siguen durante todo el día y, por más que les explicas que tú no eres la persona a la que buscan y que tampoco lo conoces, ellos te dicen que como tienen tu número registrado seguirán insistiendo. Definitivamente, necesitas información para poder librarte de estas molestas llamadas.

Más de una vez escuchamos estas historias entre nuestros clientes. Y la consulta suele ser: me están llamando por una deuda que no es mía, ¿qué hago? 

Recomendaciones

  1. Averigua quién te está llamando. Consigue el nombre del cobrador, de la compañía de cobranzas, su domicilio y número de teléfono.
  2. Obtén información de “validación” sobre la deuda. Los cobradores de deudas deben “validar” o decirte el monto de la deuda dentro de los 5 días siguientes a la fecha en que se comuniquen contigo, y dentro de ese plazo también deben informarte el nombre del acreedor actual y cómo consiguieron el nombre del acreedor original.
  3. No respondas a las amenazas. Cuando los estafadores te amenacen con arrestarte, suspender tu licencia de conducir o llamar a tu empleador si no les pagas inmediatamente, cuelga el teléfono y reporta al cobrador ante la REDECO de CONDUSEF.
  4. Haz tu propio trabajo de detective. Verifica lo siguiente con el acreedor original. ¿La deuda es tuya? ¿Vendieron tu deuda o contrataron a una compañía para que la cobre? En ese caso, ¿esa persona te llama de parte del cobrador del acreedor original?
  5. Disputa la deuda. Si piensas que no debes parte -o la totalidad- de la deuda, dispútala con el cobrador por correo o en línea. Incluso si recibiste información de validación.

Ten presente que el primer paso es fundamental. Antes de comenzar a intercambiar información con el cobrador, solicita y verifica toda su información. Jamás debes brindar información personal de manera telefónica, y menos aún si no has verificado que quien se comunica contigo está en su derecho de hacerlo.

¿Cobranza equivocada? ¡Usa el humor!

El humor suele ser siempre otra manera de salir de situaciones incómodas. Y cuando se trata de llamadas de cobranza equivocadas, puede ser de utilidad. Cuando ya no encuentras la manera de detener las llamadas (ya te enojaste, ya les informaste que te has quejado con la institución correspondiente, ya tienes todos los datos de quien llama… y aun así insisten con sus amenazas), el humor puede llegar a tu rescate. ¿Por qué no? Si estos cobradores te están quitando el tiempo con sus llamadas, también puedes tomar algunas llamadas con humor y jugar con ellos acerca del deudor. ¿Cómo? Hemos escuchado historias en las que quien responde a la llamada comienza a solicitar tanto detalle, que quien llamó termina agotado: hay quienes piden los datos del cobrador para validar su identidad y, dejan al cobrador en línea mientras lo hacen. Lo dejan esperando un poco y luego lo pasan a “otra área”, para que vuelvan a validar sus datos y terminan diciendo que no es en esa área, que lo tienen que regresar al área anterior. 

Frente al agotamiento de llamadas de cobranza equivocadas, otros optan por decir que conocen al deudor, pero que es un primo muy lejano, y que no conocen su paradero. Seguro que a ti también se te ocurren muchas ideas para molestar a estos supuestos agentes.

Últimas recomendaciones

Sin embargo, siempre recomendamos los puntos del inicio del artículo. Si bien el hartazgo nos puede invitar a jugar con quien llama, nunca sabemos con certeza con quién estamos hablando, si están grabando la llamada, o si efectivamente solo se han equivocado al marcar. Como mencionamos en artículos anteriores, los despachos de cobranza tienen prácticas que pueden y que no pueden hacer; y los deudores tienen derechos que deben ser respetados. Si no se respetan, estás en tu derecho de levantar una queja. Puedes obtener más información de cómo hacerlo, aquí.

Recibir estafas telefónicas es una práctica que en los últimos años se ha vuelto moneda corriente. No te expongas ofreciendo información personal con facilidad. Ten presente que, si se trata de una estafa, intentarán tomarte completamente por sorpresa, llamando en horarios en los que tal vez duermes o te encuentras súper atareado. Es cuando menos capacidad de respuesta lógica tenemos. Por eso, te siempre en mente que jamás debes dar tu información personal ni realizar pagos telefónicamente cuando te llaman… y, menos aún, si no se identifican correctamente.

Si tienes dudas o si has sufrido llamadas de cobranza equivocadas o insistentes, busca asesoramiento. Las recomendaciones de los que saben y conocen el paño, siempre te ayudarán a salir beneficiado.


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