Cómo identificar la deuda buena y distinguirla de la deuda destructiva mediante un análisis de impacto financiero.

De acuerdo a una entrevista para la revista Forbes, a Alejandro Saracho, “la deuda expansiva es aquella que te permite crecer económicamente a través de la misma deuda, mientras que la deuda destructiva no aporta aspectos constructivos a tus finanzas.” Aquí te decimos cómo puedes beneficiarte de las deudas expansivas y liberarte de la deuda destructiva.
Deuda Buena
Al hablar de riqueza neta, nos referimos a la cantidad de bienes activos que se poseen. Por ello, para conocer la riqueza neta de cada persona es importante llevar un balance anual de las finanzas personales. Lo ideal es contar con un mayor porcentaje de bienes activos (recursos que se pueden comercializar) y estar al día con los pagos, tal como recomienda Juan Fernando Maldonado de BBVA Continental en una entrevista para Gestión de Perú. Una vez que conoces la cantidad, puedes adquirir un nuevo crédito para continuar invirtiendo. A continuación, te presentamos algunas recomendaciones:
Deuda educativa
Esta deuda se considera más como una inversión siempre y cuando la educación sea de calidad. Cuando pagas a crédito alguna colegiatura o diplomado, y estás seguro de que lo aprendido generará mayores ingresos, este gasto se convierte en una deuda expansiva.
Deuda para negocio
Adquirir un crédito para financiar la materia prima y dar impulso a tu negocio es una idea acertada. Las utilidades generadas te ayudarán a pagar la deuda adquirida y a impulsar el crecimiento de tu empresa.
Deuda para invertir
Si estás empezando a invertir, lo ideal es que experimentes con activos de bajo riesgo o certificados de depósito. Así, puedes ampliar tu portafolio de inversiones de manera segura.
Deuda destructiva
Este tipo de deuda normalmente está vinculada a nuestro estilo de vida. Es una mala idea pedir un crédito para adquirir bienes y servicios que pierden su valor con el tiempo o que no generan rentabilidad, pues esto pone en riesgo el presupuesto y desequilibra las finanzas. Algunos ejemplos de deuda destructiva son los siguientes:
- Gastos hormiga: Pequeños gastos cotidianos que, sumados, representan un 12% de los gastos mensuales, afectando significativamente el presupuesto anual.
- Suscripciones a aplicaciones o servicios de entretenimiento que no se utilizan.
- Adquirir créditos para vacacionar.
Liberate de deudas con MEJORA BURÓ
Con estos ejemplos ya sabes cómo identificar el tipo de deudas que tienes. Si mayormente se trata de deudas destructivas, entonces puedes pedir ayudar con Mejora Buró. Contamos con un equipo de expertos que te ayudarán a negociar tus deudas con bancos y otras instituciones financieras, permitiéndote pagar la deuda hasta con un 70% menos. No necesitas adquirir más créditos o préstamos, pues trabajamos con un plan de ahorro personalizado y mensualidades accesibles.
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He trabajado en el mundo financiero y en ayudar a las personas para acabar con sus problemas de sobreendeudamiento con tarjetas de créditos y préstamos.